Jill Bolte Taylor,
doctora en neurociencia de la universidad de Harvard y calificada como
una de las 100 personas más influyentes del 2008 por la revista Time,
tuvo una experiencia trascendente. El 10 de diciembre de 1996, cuando
tenía 37 años, se encontraba en su apartamento en Boston cuando de
repente sintió un fuerte dolor de cabeza detrás del ojo. El accidente cerebro vascular (ACV)
que sufrió le afectó el lóbulo izquierdo de su cerebro. Esta situación
le provocó una fuerte atenuación de la actividad cerebral del
hemisferio izquierdo y la supremacia del hemisferio derecho.
Al poco rato del accidente, comenzó a sentir una
tranquilidad mental que no había conocido nunca. Sus preocupaciones
cesaron, la intensa bulla de sus pensamientos se aplacó. Esa
autoconciencia que tenemos todos que nos lleva a juzgarnos y criticarnos
constantemente desapareció. Toda esa cadena asociativa de pensamientos y
emociones, la mente discursiva, cesó y ella sintió como nunca antes una
paz indescriptible. Tuvo una experiencia cumbre. Según ella misma lo
comenta, se sentía unida con el mundo. Era como si se hubiese disipado
todo límite entre su cuerpo físico y lo que le rodeaba. Sintió como su
alma se liberaba de la prisión del cuerpo y flotaba feliz por el aire.
Había alcanzado el nirvana.
Fue llevada inmediatamente al hospital. De la misma
manera que sintió este estado de goce y regocijo igualmente había
perdido su habilidad de hablar, reconocer a su madre y en general sus
funciones cognitivas centrales. Normalmente las personas afectadas en el
hemisferio izquierdo de su cerebro pierden control sobre sus emociones y
comportamiento ya que esta es la parte “lógica” del cerebro pero no es típico percibir esta sensación de paz y bienestar que la Dra. Taylor describió.
Las diferencias entre las áreas izquierda y derecha
del cerebro han sido ya objeto de múltiples estudios. Se sabe que el
área izquierda está asociada a la lógica, el tiempo, el ego, y la parte
derecha a la creatividad y empatía. Lo importante aquí es que la
experiencia personal de la Dra. Taylor le ha dado una nueva dimensión a
este problema.
Su libro reciente, “My Stroke of Insight”,
cuenta su experiencia, experiencia cumbre que la ha transformado como
persona. Muchos, incluso sus colegas, sostienen que no conocían ese lado
“espiritual” de ella.
La Dra. Taylor habló en la conferencia TED,
(Technology, Entertainment and Design conference), conocida por
presentar a personas que, desde las ciencias y las artes, han
contribuido a gestar ideas, creaciones e innovaciones notables. Se trata
de un foro que busca poner de manifiesto la tercera cultura a la que alguna vez me referí. Su exposición causó un gran impacto. Allí describe cómo fue su proceso.
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